GENTE
4 de noviembre de 2020
Julio Gallardo, el artesano criollo que viste a los campesinos a caballo

El hombre trabaja en artículos para el campo y tiene su comercio en Villa Paranacito, pero también vende en remates de hacienda que se realizan en Las Achiras (Ceibas) y en eventos que congrega a la gente de campo. La pandemia lo complicó pero aseguró que "se puede vivir". Conocé su oficio e historia de vida.
Julio Gallardo aprendió el oficio de su abuelo, un correntino que cruzó hace años el límite entre provincias para radicarse en Federal. Su labor requiere de mucha paciencia y amor por lo que hace, dado el trabajo artesanal que conlleva
“Si bien todo está complicado por la pandemia se puede vivir de ésto”, expresó Julio a ElDía.
El hombre contó que la mayoría de la vestimenta para un caballo la fabrica en su taller. Hace "basto, corona, cincha, encimera; todo lo que usa el hombre de a caballo", y se mantiene en contacto con artesanos que hacen lo mismo en Federal, Villaguay, Gualeguay y toda la provincia de Corrientes, donde es muy fuerte la ganadería y la demanda de vestimenta para el caballo, según comentó.
El caballo es la principal herramienta de trabajo para recorrer la hacienda en la zona de campos bajos, semibajos y estancias.
Señaló que para “un mensual de campo es clave andar bien montado y con todos los elementos que se requieren para jornadas de trabajo que muchas veces demandan cruzar bañados, andar en los pajonales y en el monte”.
Relató que un basto cosido a tiento en el taller "me lleva dos días y medio de trabajo, rebajando a mano la suela que siempre trato de que sea pareja para que el trabajo sea lo más prolijo posible y que tenga durabilidad”.
Un basto bien trabajo y cuidado puede durar hasta diez años
“Un recado completo, listo para salir a trabajar tenemos que hablar de unos 30.000 pesos, prácticamente el valor de un ternero”, cotizó el vendedor.
Alertó que "si no se cuenta con un recado bien asegurado, el hombre que va a lomo de caballo puede tener serios problemas, inclusive poner en riesgo su integridad física y su vida”.
Sobre los guardamontes en zonas con muchas espinas, uñas de gato y demás, el hombre explicó que se utiliza mucho el de carne en invierno y el de lona en verano. "Una manta de buena calidad anda en los $15.000”, aseguró.
Gallardo también trabaja con estribos. “Lo hago con los entrerrianos, y también los porteños, aunque me quedo con el nuestro”, consideró.
Acerca de las botas de cuero, contó que tienen su demanda y que los costos son altos. “Hace poco le compré un par a un señor de Areco por $10.000 pesos, botas a medida; también están las brasileras, que son 100% de cuero, sin imitación y con cotización en dólares”, manifetó.
Por último, Julio contó que también fabrica mates, cocidos a tiento y a piola. "Cada mate, para hacerlo bien, me demanda unas dos horas y media de trabajo. Utilizo cuero de vacuno y de yeguarizo, también lonja de viracho y de ciervo”, detalló.
Inconvenientes por la pandemia
Acerca de las complicaciones por las restricciones sanitarias, Julio lamentó que "en los últimos tiempos se nos ha complicado el tema de las entregas de las mantas que traigo del norte, donde las hacen en telares”.
Añadió que tardan entre 20 y 30 días en llegar materiales como la suela o el cuero.
Además, planteó que "los precios de los insumos, especialmente los productos químicos para trabajar la suela, cotizan a valor dólar y últimamente se han encarecido”
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