Fue detectada en 21 municipios de ese estado brasileño. Estiman que deriva de la P.1 de Manaos, una de las cepas más agresivas. Se cree que tiene mayor resistencia ante los anticuerpos de las personas que ya tuvieron la enfermedad
Hace meses que los científicos advierten sobre la aparición de nuevas variantes ante la falta de prevención y vacunación contra el COVID-19. Cuanta más propagación del SARS-CoV-2 haya, más mutaciones habrá y más variantes del virus irán apareciendo, algunas más agresivas, resistentes y letales.
De acuerdo con lo revelado por científicos, Brasil es ahora escenario de esta teoría: una nueva variante, bautizada P.4, fue detectada en 21 municipios de San Pablo. Los investigadores creen que se trata de un derivado del mismo linaje que dio origen a la P.1 (de Manaos), una de las cepas -junto con la inglesa (B.1.1.7.)- más peligrosas del SARS-CoV-2 halladas hasta el momento.
La Sociedad Brasileña de Virología (SBV) informó que esta nueva variante -descubierta el 4 de mayo- tiene la mutación L452R en la proteína Spike del virus, la misma detectada en las variantes india (B.1.617) y de California. Se cree que esta tiene un mayor poder de infección y resistencia ante los anticuerpos naturales de las personas que ya tuvieron la enfermedad.
Además, estiman que sería un derivado de la tan temida P.1 (de Manaos), que forzó a varios países latinoamericanos a cerrar sus fronteras para evitar su propagación. Esta variante de Manaos -también detectada en la Argentina- es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una “variante de preocupación”, junto con las cepas inglesa, sudafricana y de la India
Si bien los investigadores aseguran que ya se está expandiendo por todo San Pablo, aún están estudiando si esta nueva variante tiene las mismas características y peligrosidad que la P.1, hasta tres veces más infecciosa que otras. Esta última alertó al mundo y provocó fallecimientos en muchos países ya que, además de propagarse mucho más rápido, es más resistente a las vacunas, más agresiva y letal que la versión original del SARS-CoV-2.
Brasil -con una población de 212 millones de habitantes-, es el segundo país con más muertes por covid (452 mil decesos desde el comienzo de la pandemia), detrás de Estados Unidos, y el tercero con más contagios, después de EE.UU. y la India. Además de la P.1 de Manaos, Brasil cuenta con la variante P.2 de Río de Janeiro, la P.1.2 (una evolución de la P.1) y ahora, la P.4 de San Pablo.
Cómo es la P.1 y por qué es tan peligrosa
Hasta ahora, lo que se sabe de esta variante es que surgió en noviembre pasado, en la ciudad de Manaos, la capital del estado brasileño de Amazonas. Según indican desde la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de Sao Paulo, la denominada P.1 es entre 1,4 y 3 veces más transmisible que las cepas que la precedieron.
Se trata de una variante con 17 mutaciones, entre ellas algunas sobre la proteína S (Spike), responsable de unirse a los receptores de células humanas y de esa manera, facilitar la infección. Estas mutaciones favorecerían al virus para propagarse más rápido que las versiones anteriores.
La primera infección se identificó el 6 de diciembre. “Luego, observamos la rapidez con la que P.1 superó a otras variantes y encontramos que la proporción de P.1 creció de 0 a 87% en aproximadamente ocho semanas”, señaló Nuno Faria, experto en virus del Imperial College de Londres.
En un estudio sobre la aparición del virus y su propagación en la ciudad de Manaos, en la selva amazónica, los científicos dijeron que esta variante tiene una “constelación única de mutaciones”, por lo que se convirtió rápidamente en una variante dominante.
Según informan desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), esta variante “contiene un juego de mutaciones adicionales que podrían afectar su capacidad de ser reconocida por los anticuerpos”